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El reflejo detrás de los posts anónimos

  • lindadanon
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura
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Es increíble la cantidad de posts anónimos que vemos hoy en día.Y si lo pensamos, esa realidad también refleja algo muy triste.Nadie escribe en anónimo “porque sí”. Siempre hay un motivo, una herida o un miedo detrás.


Algunas de las razones que he notado son:

  • miedo a ser juzgado

  • vergüenza de pedir ayuda o de sentirse menos

  • el famoso “qué dirán”

  • miedo a represalias por expresar una opinión honesta

  • no querer hacerse responsable de la opinión, pero sí querer darla

  • no atreverse a dar la cara porque no quieren que la gente sepa que están pasando por un mal momento, pero necesitan ayuda

  • porque, al final, postear en anónimo es mejor que no postear, cuando la necesidad de hablar y pedir ayuda es demasiado grande.


En cualquier caso, postear en anónimo es mejor que quedarse callado.Significa que, a pesar del miedo, existe esa necesidad de expresarse, de sacar lo que duele, de no sentirse solos.Y eso también tiene mucho valor.


Pero esta situación no es un tema aislado. Es un reflejo de la sociedad en la que vivimos: una sociedad donde no siempre nos sentimos seguros, donde el juicio y la comparación reinan, y donde muchas veces se vive desde el ego y la inseguridad.


Yo lo viví en carne propia.Por años no me atreví a decir nada a nadie. Y en ese entonces no existían las redes sociales para postear en anónimo. Estoy segura de que, si hubieran existido, lo hubiera hecho… porque necesitaba con urgencia que alguien me escuchara, alguien que quizá estuviera viviendo lo mismo o algo parecido y pudiera ayudarme, aconsejarme, guiarme, o al menos decirme que todo iba a estar bien.


Cuando finalmente me atreví a hablar de mi vida, de algo “socialmente prohibido”, mucha gente se sorprendió y me felicitó por mi fortaleza.Y sí, lo agradezco… pero lo que realmente quiero compartir no es tanto el resultado, sino el camino.


Porque no fue de un día para otro.Fue un proceso largo en el que tuve que mirar de frente todas las creencias que me lastimaban: que mi valor dependía de lo que tenía, de mi familia, de la aprobación de los demás. Creencias que había aprendido sin cuestionar, y que me hacían sentir menos.


Poco a poco entendí que todo eso eran solo pensamientos aprendidos.Y que, si ya me había creído esas ideas que me dañaban, también podía empezar a elegir otras que me dieran fuerza y paz.


Ahí descubrí algo fundamental: todo lo que sentimos viene de lo que pensamos.Y entonces empecé a practicar.A entrenar mi mente para pensar diferente. Al principio fue difícil, porque mi mente estaba acostumbrada a recorrer los mismos caminos de siempre, pero con el tiempo y la práctica empecé a notar un cambio: mis pensamientos nuevos generaban nuevas emociones. Y esas emociones me hicieron sentir más ligera, más segura, más conectada conmigo misma.


Con el paso del tiempo, recordé que yo era un ser de luz, completo, digno de amor y abundancia.Y ahí fue donde los miedos empezaron a disolverse.


Comprendí que las decisiones o elecciones de mis padres no me definen.Que mi historia no limita mi valor.Y que, si alguien quiere decir o pensar cosas negativas de mí, es mejor saber quiénes son para poder alejarme de ellos.


Hoy sé que, si eliges con consciencia, puedes escoger los pensamientos que te acercan a la vida que sueñas en vez de los que te limitan.


Cuando recuerdas que formas parte de un todo, de una inteligencia divina, y alineas tus valores con esa Fuente, ya no hay nada que esconder.Ya no hay máscaras.

Solo queda ser tú.Ser tú de frente, con orgullo y con amor.

Para quienes hoy postean en anónimo 💌


Si alguna vez elegiste escribir sin tu nombre, quiero que sepas algo: no hay nada de qué avergonzarse.Tus palabras importan, aunque no lleven firma. Tu necesidad de expresarte es válida y es humana.


Todos tenemos momentos en los que nos cuesta mostrarnos de frente, y eso no te hace menos. Al contrario: habla de tu sensibilidad, de tus miedos, pero también de tu deseo de ser escuchado.


Lo único que quiero decirte es: no estás solo, no estás sola.Y aunque hoy no pongas tu nombre, tu voz sigue teniendo fuerza y merece ser escuchada. 🌱


Solo quiero recordarte: lo que sientes no viene de lo que te pasa, sino de lo que piensas sobre lo que te pasa.Tus pensamientos son poderosos, y aunque hoy duelan, también pueden transformarse.Así como alguna vez nos creímos pensamientos que nos lastimaban, también podemos elegir otros que nos sostengan, que nos den paz y fuerza.


Con amor,

Linda

 
 
 

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