Han pasado unas semanas desde la última vez que escribí una entrada en mi blog. Honestamente, he sentido una falta de inspiración y no sabía sobre qué escribir. Así que empecé a escribir libremente en un intento de encontrar inspiración, y me vino a la mente el recuerdo de Yoda y una escena de The Dropout que vi anoche.
Siempre he sido gran fan de Yoda. Incluso tengo muchas muñecos y figuras de Yoda por toda mi oficina. Lo considero sabio, aunque carece de conocimiento de sintaxis y gramática. Su famoso dicho, “Hacer o no hacer, no hay tratar”, siempre resonó en mí. Lo interpretaba como evitar la palabra “tratar” porque cuando decimos que trataremos de hacer algo, hay una especie de permiso para fallar. Solía incluso evitar usar la palabra “tratar o intentar”.
The Dropout es una serie documental de televisión sobre Elizabeth Holmes, una estudiante que abandonó Stanford y que desesperadamente quería ser multimillonaria e inventar algo que cambiara el mundo. Se acerca a una profesora en Stanford para presentar una de sus ideas. Rápidamente la profesora le dice que esta idea en particular no funcionaría y la anima a seguir intentándolo.
Elizabeth entonces cita la famosa frase de Yoda a la profesora: “Hacer o no hacer, no hay tratar”, y la profesora le explica cómo todo en la ciencia es tratar. Esto me hizo pensar y cuestionar si mi visión sobre tratar era precisa y pronto me di cuenta de que todo lo que hacemos implica tratar, fallar y tratar de nuevo.
Este período de sequía creativa me hizo reflexionar sobre lo que significa fracasar y cómo lidiamos con los retos y contratiempos. Para mí, no saber sobre qué escribir o sentirme sin inspiración se siente como un fracaso. Recientemente, decidí posponer, por segunda vez, un retiro que he estado organizando llamado HEALarious, donde la gente aprenderá a usar la comedia para sanar. Eso se sintió como un fracaso significativo, especialmente porque me costó dinero y tiempo. Pero el fracaso es un concepto complejo.
He intentado muchas cosas. Algunas han funcionado de inmediato y otras no. He intentado dos veces lanzar HEALarious y no se vendió como yo quería y esperaba. He pasado más de 2 años tratando de aumentar mi presencia en las redes sociales y construir una comunidad, y los resultados han sido lentos. He intentado vender mi curso sobre el poder de la mente muchas veces y he tenido éxito en algunas (de hecho, estoy escribiendo esto desde Tijuana, donde he estado toda la semana enseñando este curso a más de 20 personas de una empresa). Los éxitos se sienten increíbles, pero los fracasos son desalentadores. Sin embargo, mirando hacia atrás en toda mi vida, nunca, ni por un segundo, he dejado de intentarlo. No he dejado de crear contenido a pesar de que las vistas sean bajas. No he dejado de escribir por la cantidad de personas que leen lo que escribo. No he dejado de esforzarme por sentirme y verme como quiero porque los resultados no son inmediatos. Las parejas no dejan de intentar concebir cuando no sucede de inmediato. Los aspirantes a médicos y abogados no dejan de intentarlo cuando fallan en sus exámenes de admisión. Intenté tres veces pasar mi examen de manejo en California hasta que finalmente lo logré. Rendirme nunca fue una opción.
Así que, ahora tengo que estar en desacuerdo con Yoda. Hay un “intentar”, pero no se trata de justificar el fracaso. Se trata de esforzarse hacia el éxito, aprender y crecer con cada intento.
No habría éxito sin fracaso. No habría evolución sin fracaso. No sabríamos que estamos ganando sin saber lo que significa fracasar.
Entonces, ¿por qué el fracaso se siente tan horrible si es algo que necesitamos para tener éxito? Porque si fracasar fuera cómodo, probablemente nos quedaríamos allí. No queremos quedarnos allí. No queremos incomodidad en nuestras vidas. Estamos programados para buscar placer y comodidad.
Es el camino del fracaso al éxito donde más aprendemos, donde crecemos, donde nos volvemos humildes y agradecidos y es un camino que debemos aprender a disfrutar, sé que yo lo he hecho ya estoy más feliz que nunca antes en mi vida. Este camino trae la mayor alegría. Cuando llegamos a la cima y logramos el éxito, saboreamos ese éxito brevemente, y luego nuestra naturaleza nos empuja a buscar la próxima meta. Comenzamos el viaje de nuevo.
El fracaso no es el final; es parte del proceso. Al cambiar nuestra perspectiva sobre el fracaso y verlo cómo un paso natural y necesario hacia el éxito, podemos superar el miedo a fallar y abrazar nuestros viajes con valentía y resiliencia.
Y tú ¿qué opinas sobre el fracaso? ¿Cómo respondes ante los fracasos en tu vida? ¿Cómo te hace sentir fracasar?
Comparte abajo y tengamos una conversación. 🙏🏻 🫶🏻
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